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Jolie Jumper

Apolline y Ithaque buscando una relacion basada en el amor, la confianza, la libertad y el respeto...

Ficha#3: La llave de la conexión

Ficha#3: La llave de la conexión

¿Quién nunca ha soñado de estar totalmente conectado con su caballo a la hora de montar? Es sin duda el sueño de cada jinete.

Aunque la posición al montar es muy importante (equilibrio, manos suaves, acompañando el movimiento…) y es gracias a ella que dirigimos el caballo, tengo tres astucias que os ayudaran a conectar aún más con vuestro caballo y que son la llave de la conexión para los grandes jinetes.

  • La presencia

Muchísimos jinetes no están en el momento presente a la hora de montar. Piensan en sus problemas, en la tarea, en los amigos, en el trabajo, en otra cosa que el caballo. Por eso siempre aconsejo respirar un minuto antes de empezar a trabajar el caballo. Despejarse la mente y centrarse es muy importante.

Luego también está la presencia montando. Es importante centrarse en cada movimiento que hace el caballo en este mismo instante: sentir su cuerpo que se mueve, su cuello que se relaja, sus movimientos cada vez más flexibles… y sobre todo, el ritmo. Es imprescindible concentrarse en el paso cuando el caballo esta al paso, al trote cuando esta al trote, al galope cuando esta al galope, y a la parada cuando está parado. Es muy habitual que un jinete ya piense al trote cuando acaba de empezar el paso, o a saltar cuando está haciendo un círculo al galope. El problema de estos pensamientos es que el caballo los entiende (nuestro cuerpo reacciona según nuestros pensamientos así que si pensamos ya en el trote, el cuerpo presionara ligeramente el caballo automáticamente, sin que nos demos cuenta). Entonces un jinete que piensa en ir más rápido creara un caballo que acelera, se tensa y no da los resultados que deseamos obtener.

Lo que os aconsejo a todos es coger un minuto para vaciar os la mente y luego centraros en el ritmo del caballo, que cuando esta al paso os centréis en cada paso que hace, en sus movimientos, y penséis en ir al trote solo cuando le tenéis que pedir acelerar. No antes. E igual para el resto: trote, galope, saltos, transiciones… etc…

  • La confianza

Aquí podemos hablar de dos tipos de confianza: la confianza en el otro y la confianza en sí mismo. Las dos son iguales de importantes.

Empecemos por la confianza en el otro, que aquí es el caballo. ¿Qué significa confiar en el caballo? No hablo de dejar las riendas completamente sueltas y galopar con los ojos cerrados. No, hablo de no desconfiar de él, de siempre pensar que el caballo hará algo para tirarnos. Si os puede ayudar a creer el contrario, hay varios libros sobre el comportamiento animal que explican que el caballo no hace daño a nadie, aparte si se siente en peligro de muerte. Entonces parar de creer que el caballo os quera tirar en cada esquina, y si lo hace es por dos razones posibles, 1) Tiene miedo de esta esquina y no sabes controlarlo con las piernas o 2) tiene una manía que hay que corregir con tranquilidad.

Para confiar en él, simplemente hay que acompañarlo, ver sus signos de alarma y reconfortarlo en la idea de que esta en seguridad contigo, antes de que tenga miedo. Hay que ir con dulzura y parar de enfadarse porque “este caballo es tonto y no hace lo que le pido”. Es falso, si el caballo no hace lo que le pides es porque no sabes explicárselo o pedírselo bien. Nunca es la culpa del caballo. Entonces tómatelo todo con más calma y confía más en él. Es un ser vivo que tiene necesidades y miedos.

Y luego tienes que confiar en ti mismo. Es muy importante parar ya de repetirse “no soy capaz”. Son excusas. Para conseguir algo con el caballo hay primero que mentalizárselo y decirse en lo más profundo de si mismo: “puedo hacerlo”. Si confías en ti y dejas tus miedos de lado (sé que es fácil de escribirlo y más complicado de hacerlo, pero yo sé que tú eres capaz de lograrlo, así que tomate todo el tiempo que necesites), ¡podrás conseguir cosas increíbles con tu caballo!

  • La conexión

No podía faltar este punto, visto que es lo que queremos obtener. Aquí necesitamos conectarnos con tres cosas:

  1. Nosotros mismos
  2. El caballo
  3. El contexto

Para empezar, conectar con nosotros mismos. Es simplemente ser coherentes con lo que hacemos y el porqué. “Si hago tal para conseguir tal”, pues los dos “tal” tienen que ser coherentes. No voy a comprar pan para comer una manzana. Voy a comprar pan para comerme pan.

Y también ser coherentes con vosotros mismos sobre la pregunta: ¿Qué es lo que realmente quiero obtener? Y cuando os respondáis a esta pregunta, estar seguros de querer obtener eso para vosotros mismos, y no para los demás.

Luego, conectar con el caballo. Para eso tenéis que sentirlo bajo vosotros, tenéis que ajustar vuestro ritmo al suyo, actuar con él, y siempre acompañando, no sometiendo. Es muy importante aprender a acompañar el caballo, y no solamente con la posición sino también ajustando vuestras ideas comunes y buscando motivar el caballo durante el aprendizaje.

Y para acabar, conectar con el contexto. Pocos jinetes miran su alrededor antes de subirse al caballo. ¿Hay algún coche? ¿Los perros están sueltos? ¿La valla se mueve por culpa del viento hoy? ¿Han cambiado el salto de lugar? Parecen detalles pero los caballos se fijan mucho en el lugar de cada cosa (ven borroso). Está bien dar varias vueltas a la pista para que el caballo se acostumbre al nuevo contexto y que no se asuste del gato que está sentado en el borde o la silla instalada en medio de la pista.

 

Estas tres astucias son parte de un trozo de la llave de la conexión al estar montando en pista, o hasta en el campo. ¡Siempre ayuda estar lo más conectado posible!

***

Esta ficha es una ficha del grupo “fichas tutoriales” basadas en nuestro método. 

La llave de la conexión: presencia, confianza y conexión

La llave de la conexión: presencia, confianza y conexión

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